El santuario de la Mare de Déu del Mont se levantó en el siglo xiv por deseo de Bernat, abad de Sant Llorenç de Sous. Lo mando construir en medio de una montaña, sobre un antiguo castillo medieval. Eran terrenos de propiedad del obispo de Girona, lo que provocó el pleito oportuno entre ambos clérigos que duró bastante tiempo. Es una obra románica tardía, con algunas partes, como el ábside, escondidas por dependencias que se le anexaron posteriormente. De la Virgen se tiene noticias desde 1222. La hospedería se construyó en el siglo xviii. Los veranos de 1884 y de 1885, Mont fue residencia de Mossèn Cinto Verdaguer, donde escribió una de sus obras más importantes: Canigó. Todavía se conserva la celda donde residió, que se puede visitar. Tiene unas vistas espectaculares sobre El Pla de l'Estany, La Garrotxa, L’Empordà y, por supuesto, El Canigó.
Obra del famoso pintor olotense Josep Berga i Boix, datada en el año 1905, que se encuentra custodiada en el fondo de pintura del Museo de L’Empordà. Nos muestra un paisaje de montaña, donde destacan los colores cálidos que representan la luz del sol sobre la pendiente. Es interesante la imagen de las suaves pendientes con la vegetación y los árboles en primer término.
La sierra del Mont es comparable, por su extraña figura, a un enorme y abollado camello que baja del Pirineo en dirección al golfo de Roses, orilla abajo del Fluvià. Con la cima de la joroba sostiene el santuario, y, en lo alto de la cabeza, el castillo de Falgars.
El extremo está tan escarpado y es tan rocoso, que los romeros deleitosos se entretienen en despeñar en él grandes peñascos, sin pensar que echan a perder el bosque de pinos de más abajo, y que, como la piedra fuera de la mano no se sabe donde va, pueden ser y han sido causa, en más de una ocasión, de alguna desgracia (...).
El espectáculo que se descubre, tanto desde la azotea de la casa como desde el padrón, que está en la cima de la sierra, detrás del santuario, es maravilloso. Desde aquí, se ve toda la cordillera del Pirineo, desde el Puigmal hasta el mar, hilera de enormes montañas que, desde aquí, parecen dominadas por el ancho y altivo Canigó.
L’ERMITA DEL MONT, de Jacint Verdaguer
Este texto procede del Atles literari de les terres de Girona, coordinado por Narcís Jordi Aragó y Mariàngela Vilallonga y publicado por la Diputación de Girona en 2003
Carretera De La Mare De Déu Del Mont, 17734 Albañá, Provincia de Gerona, España
Añade tu valoración