Se trata de unas insculturas sobre granito con cazoletas, regueros y una representación antropomorfa. Es una figura única en las insculturas del territorio, lo que resalta su singularidad e interés. Se trata de un dibujo poco profundo, con una composición humana que consta de una cruz rodeada de donde salen dos extremidades y, debajo, un triángulo con otras dos extremidades que podrían interpretarse como los brazos, el cuerpo y las piernas de la figura, de la que se ha dicho que es un hechicero, aunque no haya certeza alguna. Es de las poquísimas insculturas figurativas del Empordà, y la única antropomorfa. Su excepcionalidad hace difícil su datación, que se calcula que es de entre 5.500 y 3.800 años de antigüedad.
42.338151261, 3.151533695
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