El Museo Necrópolis de Can Bech de Baix explica un yacimiento arqueológico con urnas funerarias de finales de la Edad del Bronce (entre 2.700 y 3.000 años atrás). Lo descubrió en 1927 el escritor Miquel de Palol y su hijo, el arqueólogo Pere de Palol, empezó las excavaciones en 1943. Es un cementerio de campos de urnas que se caracteriza por el hecho de que, tras quemar los muertos, los restos óseos se depositaban en un recipiente de cerámica y se enterraban en fosas excavadas en el subsuelo. A veces, los difuntos se incineraban vestidos y con alguna joya u objeto personal. En otras ocasiones, los objetos de ornamentación no pasaban por la pira, sino que se depositaban en el fondo de la urna antes de colocar los restos del cadáver. Se han excavado más de 400 entierros y se calcula que podría contener un millar. Si desea saber más sobre este magnífico yacimiento, entre y visite este centro.
Fotografía de una de las piezas más destacadas de la colección del Museo Necrópolis Can Bech de Agullana. Se trata de un cucharón de bronce que, al parecer, pertenecía a los objetos personales que formaban parte del ajuar personal de un individuo y que se encontraron en una de las urnas funerarias del yacimiento de Can Bech.
Plaça Major 8, 17707 Agullana, Provincia de Gerona, España
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